Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.
(Gonzalo Rojas falleció hoy, este gran poeta chileno, entre sus reconocimientos fue Premio Cervantes en 2003)